LA CONQUISTA. 500 AÑOS. 40 ARTISTAS, 1991-1992
Del 18 de diciembre al 15 de marzo de 1992, se presenta en el Centro Cultural Recoleta, la muestra multimedia La Conquista, vinculada al 5° Centenario del Descubrimiento de América. Esta mega exposición que reúne a 40 artistas de diferentes disciplinas como pintura, escultura, instalaciones, videos, música, performances y teatro, estaba dedicada a Batato Barea que había fallecido el 6 de diciembre. El proyecto original nace a mediados de 1989 en una reunión informal en el bar Bolivia entre Liliana Maresca, Marcia Schvartz y Elba Bairon.
Participaban en la exposición Jorge Abecasis, Juan Astica, Elba Bairon, Sergio Bazán, Anahí Cáceres, Omar Estela, Guadalupe Fernández, Roberto Fernández, Luis Freisztav, Diego Fontanet, Daniel García, José Garófalo, José Luis Gestro, Norberto Gómez, Gabriel González Suárez, Mariela Govea, Varinia Grüner, Jorge Gumier Maier, Alberto Heredia, Eduardo Iglesias Brickles, Martín Kovensky, Alejandro Kuropatwa, Juan Manuel Lima, Marcos López, Liliana Maresca, Adriana Miranda, Daniel Ontiveros, Pablo Páez, Duilio Pierri, Jorge Pistocchi, Marcelo Pombo, Alfredo Portillos, Salvador Quintero, Osvaldo Quintero Fraixede, Juan Pablo Renzi, Tulio de Sagastizábal, Omar Schiliro, Marcia Schvartz, Oscar Smoje, Eduardo Stupía y María Inés Tapia Vera.
“Desde la antigüedad, las ceremonias de iniciación han tenido fiestas de cierre. La Conquista, inaugurada el 18 de diciembre de 1991 en el Centro Recoleta, volvió a reunir a los artistas en una megamuestra tal como seis años antes lo había hecho La Kermesse. (…) “¿Por qué hacerla en 1991 pudiendo esperar al año siguiente, año en que efectivamente se cumplían los 500 años de la Conquista de América?”, le preguntó alguien a Maresca. “Por que es ahora o nunca”, respondió. 1
“…Ante la llegada inminente del Quinto Centenario, la interpretación del descubrimiento de América suscita una polémica que genera adhesiones o rechazos. Desde el carácter celebratorio del “encuentro de dos mundos” hasta la conmemoración del “duelo” por el genocidio aborigen. 1992 es un año propicio para reflexionar sobre los acontecimientos que rodean a este aniversario. (…) la exposición colectiva “La Conquista” es un intento de aproximación válido hacia este conflictivo tema. La única estrategia de enfoque en la concepción de la muestra es señalar un aspecto preciso del descubrimiento, la adquisición de algo –América, nada menos– por la fuerza de las armas. A partir de allí, las respuestas de los 40 artistas participantes son variadas, no habiendo una tendencia artística unificadora.”2
“La Conquista estuvo alejada del maremoto colectivo y desenfrenado que unificó autorías, estéticas y posturas ideológicas en La Kermesse. Si bien mantuvo una denominación similar al presentarse a la prensa como “espectáculo multimedia”, y abarcar prácticas como la pintura, la escultura, la instalación, la fotografía, el video, el teatro, la danza, la música, lo cierto es que cada artista presentó su producción en forma individual. Se trató entonces de una exposición colectiva clásica, con un eje unificador temático que en no todos los casos fue respetado. Los tiempos habian cambiado: ya no tenía sentido el desembarco de la fiesta under en un espacio de visibilidad, sino el intento de unificar esfuerzos dentro de una escena cada vez más individualista. La Conquista mezclo artistas visuales de los años 80, de los 90 e incluso de décadas previas, pero al no producirse obras en conjunto, al no comulgar sensibilidades, espiritus o posturas sobre el arte, la exposición terminó siendo sólo un muestrario de cuarenta artistas activos de diversas generaciones coexistiendo en Buenos Aires durante 1991. En este sentido, el documento más interesante que sobrevive a aquella experiencia es una sesión fotográfica y en video que realizan Marcos López, Res y Miranda de un grupo pequeño de artistas que participaron en la exposición -probablemente el más cercano a Maresca- vestidos de aborigenes y españoles conquistadores o evangelizadores. A Maresca, de Monja, la acompañan amigos con los que ya venía trabajando en los años 80, como Bairon, Schvartz o El Búlgaro; otros que, si bien ya producian desde los 80, estarán más relacionados con la década del 90, como Jorge Gumier Maier y Marcelo Pombo y algunos históricos como Juan Pablo Renzi y Oscar Smoje.”3
“…Ustedes vieron las fotos de La Conquista: estábamos nosotros ahí disfrazados de cualquier cosa, solamente Liliana podía reunir a gente tan diversa y dispar que de otra manera jamás se hubiera reunido, o sea gente que naturalmente ni nos saludábamos, fuimos convocados únicamente por Liliana; ella tenía la posibilidad de conectar con lo más rico y lo más individual y personal del otro, y no para subsumirlo a un proyecto, porque La Conquista no fue que todos nos metimos bajo una caparazón dogmática que era la idea de Maresca. Al contrario, ella lo que hizo fue potenciar individualidades, al punto que varias de las obras no hacian referencia alguna a La Conquista de América.”4
“…Maresca parecía saber algo: el hombre no es ajeno al esquema del mundo, estar solo no es estar aislado. Entonces se dedicó a juntar. (…) Luis Freistav, El Búlgaro, contó que Maresca solía llamarlo regularmente para pedirle ayuda, entonces él pensaba: “Pobrecita, necesita una mano, está sola”. Pero cuando llegaba había 50 millones de personas que habían pensado como él.”1
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1- María Gainza. “La leyenda dorada” en Liliana Maresca. Graciela Hasper, Liliana Maresca: documentos, Libros del Rojas, Universidad de Buenos Aires, 2006.
2- Laura Batkins, Los ruidos de la Conquista en la muestra del Centro Recoleta: con la reinauguración de la muestra sobre el descubrimiento de América, 40 artistas revisan 500 años, Página 12, Buenos Aires, 3 de Marzo de 1992.
3- Javier Villa, “Forma=determinación, Liliana Maresca 1982-1994”, Liliana Maresca. Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, 2016.
4- Jorge Gumier Maier sobre la producción fotográfica de La Conquista. Graciela Hasper, Liliana Maresca: documentos, Libros del Rojas, Universidad de Buenos Aires, 2006.