Braceros es una serie producida a partir de las fotos tomadas por el antropólogo alemán Robert Lehmann Nitsche a principios de siglo XX en el ingenio La Esperanza. Lehmann Nitsche, realiza una expedición al ingenio con el propósito de llevar a cabo una investigación antropométrica de los indígenas allí confinados. Las fotos que conforman Braceros están realizadas a partir de los originales pertenecientes al Archivo Fotográfico General del Museo de La Plata. Las piezas están reproducidas con nitrato de plata a través de una antigua técnica artesanal denominada colodión húmedo.
Trabajo a partir del Inventario de la Sección Antropológica del Museo de La Plata, confeccionado por el antropólogo alemán Robert Lehmann- Nitsche a principios del siglo XX. El inventario detalla y enumera las piezas de esta sección del museo, constituida por restos humanos pertenecientes a las poblaciones originarias. Transcribo el inventario, realizando impresiones serigráficas sobre papel de algodón, pero reemplazo las tintas usando en su lugar grasa vacuna.
Piffer’s new works, expansive images etched on glass (2010), continue same historical imagery with a different esthetic, using powdered cow´s blood as pigment. She has taken the designs that adorned nineteenth century money bills, showing the cattle- breeding industry. The powdered blood spread on the glass impregnates the figures already recorded in varnish (…) giving the imagery a truly dramatc phisical condition. Historically alluvial. ( Itala Schmelz, Thin cuts )
Las nuevas piezas de Piffer, amplias imágenes serigrafiadas sobre vidrio (2010), continúan el mismo señalamiento histórico que en series anteriores, con una estética renovada, que utiliza sangre vacuna en polvo como pigmento. La artista sustrajo de los billetes monetarios del siglo XIX, la iconografia que los ilustra y en la que se resalta la actividad ganadera. La sangre en polvo arrojada sobre el vidrio, impregna las figuras registradas con barniz (….) devolviendo a la iconografia una condición fisiológica, dramática. Historicamente aluvional ( Itala Schmelz, Finos cortes )
The installation entitled Neocolonial (2001) once again adopted the idea of slabs of meat encased in polyester resin, together with pieces done in animal fat and paraffin wax, arranged in the manner of a decorative wall frieze and floor paving. The historical allusions here are more recent and the subjects alluded to more specific: the neocolonial style developed in the 1920s and 1930s in the construction of the modern Buenos Aires, in the fields of architecture, furniture, decoration and graphic expression. In seeking to define what “Argentinian” represents , people referred to indigenous, colonial and Spanish legacies (revised and revaluated) with elements of nationalism, populism, modernization and American regionalism. Architects and writers like Ricardo Rojas, Martín Noel, Ángel Guido and Leopoldo Lugones, with their texts, theories and constructs, were central to these propositions. The use of ceramics and galed tiles stonewalls in walls and floors was characteritic of neocolonial models, as was the recycling of Andean decorative forms taken from indigenous ceramics, fabrics and architecture. In this case Piffer once again uses parody. She recreates a symbolic, material world characteritic of the neocolonial debate in the 1920s, and loads the historical reference with the use of recongnizable materials such as meat, fat, which adds to the message of the national aesthetics an element direct from another imaginary Creole world associated with the countryside, the economics of the meat and the old paternalistic oligarchy of the farming industry. Once more the artist dives into local cultural history in order to shine a light on the way our identities were formed, resorting to cuts and montages in which one reference contains another, and plots are hatched. Cristina Piffer insists on the seductive and elemental presence of meat, with its poetic and scatological echoes and its physical reality of violence and slaughter. (Marcelo Pacheco, Bienal Iberoamericana de Lima)
La instalación Neocolonial (2001) retoma la idea de las placas de carne enconfradas en resina poliéster, con el agregado de piezas de grasa vacuna y parafina, distribuidas a manera de friso decorativo sobre la pared y, como pavimento, sobre el piso. Las alusiones históricas son ahora más cercanas y el territorio aludido muy específico: el estilo neocolonial desarrollado, en la segunda y la tercera década del siglo XX, en plena construcción de la modernidad rioplatense en los campos de la arquitectura, el mobiliario, la decoración y la gráfica. En el contexto de debate por una definición de la argentinidad, se articulan los legados aborigen, colonial y español (revisados y puestos en valor) con componentes relacionados con el nacionalismo, el populismo, la modernización y el regionalismo americano. Arquitectos y escritores como Ricardo Rojas, Martín Noel, Ángel Guido y Leopoldo Lugones , con sus textos, sus teorías y construcciones, fueron actores centrales de aquellas propuestas. El uso de cerámicas y azulejos, en los muros de mampostería y en los pisos, fue característico de los modelos neocoloniales, así como el reciclaje de formas decorativas andinas retomadas de la cerámica, los tejidos y la arquitectura indígenas. En este caso, Piffer utiliza, nuevamente, el mecanismo propio de la parodia, pensada como contra canto o canto paralelo. Actualiza un mundo simbólico y material característico del debate necolonial de los años 20. Y carga la cita histórica con el uso de materiales reconocibles como la carne y la grasa que suman a la prédica de la estética nacional, un componente directo de otro imaginario criollo identificado con lo rural, con la economía de los frigoríficos y con la vieja oligarquía paternalista de base agropecuaria. Una vez más, la artista bucea en la historia cultural local para iluminar sobre los modelos de formación de nuestras identidades, recurriendo a cortes y montajes donde una cita contiene otra cita y donde las narraciones se van tramando. Cristina Piffer insiste sobre la presencia seductora y elemental de la carne, con sus rensonancias poéticas y escatológicas, y con su realidad física de la violencia y los matarifes. (Marcelo Pacheco, Bienal Iberoamericana de Lima)