El espacio público es el escenario. Son historias de pared que sintetizan la ira, la frustración o el humor de los habitantes urbanos, y que a través del medio fotográfico se tornan en un doble signo cargado de una retórica visual urbana y de un mensaje textual. Es el fotógrafo de la calle un flâneur que busca “foto-oportunidades”. De Zuviría y López, desde la melancolía o la crítica, toman un mismo objeto y lo releen desde poéticas y acercamientos tan diferentes como acertados.